Recuerda que eres tan bueno como lo mejor que hayas hecho en tu vida.
Respirar es un hábito. La vida es un hábito o, mejor dicho, una sucesión de hábitos, ya que un individuo es una sucesión de individuos.
Saber escuchar es el mejor remedio contra la soledad, la locuacidad y la laringitis.
Saber escuchar es el mejor remedio contra la soledad.
Sabido es que un hombre de ciencia puede valer por diez mil soldados.
Se dice que nuestro enemigo es nuestro mejor maestro. Al estar con un maestro, podemos aprender la importancia de la paciencia, el control y la tolerancia, pero no tenemos oportunidad real de practicarla. La verdadera práctica surge al encontrarnos con un enemigo.
Se juega mejor con 10 que con 11.
Sé pacifico; no vengarse puede ser también una forma de venganza.
Sé prudente. Lo mejor en todo es escoger la ocasión.
Se puede abandonar a una patria dichosa y triunfante. Pero amenazada, destrozada y oprimida no se le deja nunca; se le salva o se muere por ella.
Se puede admitir la fuerza bruta, pero la razón bruta es insoportable.
Se puede amar sin sufrir cuando se ama sin enrojecer.
Se puede aplastar una nación religiosa, pero no dividirla.
Se puede atacar la religión en su culto, en sus bienes, en sus ministros; pero no se puede conseguir que una sociedad subsista sin religión. Un monje ignorante pero henchido de fe puede fundar un imperio; Newton, el incrédulo, pesará los mundos, pero no podrá crear un pueblo.
Se puede calificar de hombre superior el que primero pone en práctica sus ideas, y después predica a los demás lo que él ya realiza.
Se puede confiar en las malas personas, no cambian jamás.
Se puede engañar a algunos todo el tiempo y a todos algún tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.
Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.
Se puede experimentar tanta alegría al proporcionar placer a alguien que se sienten ganas de darle las gracias.
Se puede hacer mucho con la diplomacia, pero desde luego se puede hacer mucho más si la diplomacia está respaldada por la imparcialidad y la fuerza.
Se puede juzgar a un hombre por su nación, pero no a una nación por un hombre.
Se puede matar al soñador, pero no al sueño.
Se puede no deber nada devolviendo la luz al sol.
Se puede quitar a un general su ejército, pero no a un hombre su voluntad.
Se puede ser feliz sin talento, pero no sin pasión.