Es mejor haber amado y perdido que jamás haber amado.
Es mejor malgastar la juventud que no hacer absolutamente nada con ella.
Es mejor malograr la propia juventud que no hacer nada en ella.
Es mejor negar una cosa que dar falsas esperanzas.
Es mejor quemarse que apagarse lentamente.
Es mejor saber algunas de las preguntas que todas las respuestas.
Es mejor saber después de haber pensado y discutido que aceptar los saberes que nadie discute para no tener que pensar.
Es mejor ser examinado que ignorado.
Es mejor ser hombre que mujer, porque hasta el hombre más miserable tiene una mujer a la cual mandar.
Es mejor ser la viuda de un héroe que la mujer de un cobarde.
Es mejor ser odiado por lo que eres, que ser amado por lo que no eres.
Es mejor ser pesimista y hallar que estabas equivocado, que optimista y no hallar nada.
Es mejor ser pirata que alistarse en la marina.
Es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras.
Es mejor ser un joven abejorro que una vieja ave del paraíso.
Es mejor ser un ser humano insatisfecho que un cerdo satisfecho.
Es mejor tener la boca cerrada y parecer estúpido que abrirla y disipar la duda.
Es mejor vencer convenciendo, que convencer venciendo.
Es mejor viajar lleno de esperanza que llegar.
Es mejor vivir un infierno que te pertenece a un cielo que no es tuyo.
Es mejor volver atrás que perderse en el camino.
Es mucho mejor hacer amigos, comprenderse mutuamente y hacer un esfuerzo para servir a la humanidad, antes de criticar y destruir.
Es para mi difícil ver cómo alguien puede desear que el cristianismo sea verdad; porque si es así, el lenguaje común del texto parece mostrar que el hombre que no cree, y esto incluiría a mi padre, hermanos y casi todos mis amigos, serán condenados permanentemente. Y ésa es una doctrina detestable.
Es que la verdad no se puede exagerar. En la verdad no puede haber matices. En la semi-verdad o en la mentira, muchos.
Es simpleza o necedad llorar por lo que con llorar no se puede remediar.