El teatro no puede desaparecer porque es el único arte donde la humanidad se enfrenta a sí misma.
En el amor no existe el libre albedrío, nadie puede decidir de quién va a enamorarse.
En el mar, como en el amor, suele ser mejor seguir una corazonada que obedecer a una biblioteca.
En la vejez se aprende mejor a esconder los fracasos; en la juventud, a soportarlos.