Quien conversa con un rostro amable, llena de alegrías los corazones de los demás.
Quítame la vida... Pero no tus besos, róbame la lluvia, pero no me niegues agua de tu cuerpo.
Si quitáis de los corazones el amor a lo bello, quitaréis todo el encanto de vivir.
Te me has aparecido en sueños, tu voz era una lluvia refrescante, tu boca una fruta madura.
Y si por algo es triste la lluvia que no llueve será porque es la lluvia condenada a ser nieve
¡Fuego, la mañana hace fuego y nos golpea los corazones! Levantémoslos arriba, siempre arriba.