La primera tarea de la educación es agitar la vida, pero dejarla libre para que se desarrolle.
La religión debería servir más para dar ánimos a los buenos que para aterrorizar a los malos.
La riqueza es un poder usurpado por la minoría para obligar a la mayoría a trabajar en su provecho.
La televisión nos proporciona temas sobre los que pensar, pero no nos deja tiempo para hacerlo.
La tontería se coloca siempre en primera fila para ser vista; la inteligencia detrás para ver.
La única educación eterna es esta: estar lo bastante seguro de una cosa para decírsela a un niño.
La única fe salvadora es la que se arroja así en Dios, para la vida y para la muerte.