No podemos resolver problemas usando el mismo tipo de pensamiento que usamos cuando los creamos.
No podemos temer nunca cuando tenemos una madre poderosa y amante que vela por nosotros.
No puede herirnos la injuria sino cuando la recordamos; por ello la mayor venganza es el olvido.
No puedes hacer un acto amable demasiado pronto, porque nunca sabes cuándo será demasiado tarde.