No existe amor en paz. Siempre viene acompañado de agonías, éxtasis, alegrías intensas y tristezas profundas.
No existe el amor, sino las pruebas de amor, y la prueba de amor a aquel que amamos es dejarlo vivir libremente.
No hay amor más sincero que el amor a la comida.
No hay amor sin instinto sexual. El amor usa de este instinto como de una fuerza brutal, como el bergantín usa el viento.
No hay amor sin temor de ofender o perder lo que se ama.
No hay como los imbéciles que saben hacer bien el amor.
No hay cosa más fuerte que el verdadero amor.
No hay cosa que más pronto torne a sí, que el amor.
No hay disfraz que pueda largo tiempo ocultar el amor donde lo hay, ni fingirlo donde no lo hay.
No hay hombre tan cobarde a quien el amor no haga valiente y transforme en héroe.
No hay más goces reales en el mundo que el amor fiel de la casa, y la amistad en los pocos hombres buenos.
No hay nada como el amor de una mujer casada. Es una cosa de la que ningún marido tiene la menor idea.
No hay palabra ni pincel que llegue a manifestar amor de padre.
No hay sentimiento que valga; el amor es una ocupación como otra cualquiera.
No honres con tu odio a quien no podrías honrar con tu amor.
No me gusta la palabra tolerancia, pero no encuentro otra mejor. El amor empuja a tener, hacia la fe de los demás, el mismo respeto que se tiene por la propia.
No nací para compartir el odio, sino el amor.
No podemos hacer grandes cosas, pero sí cosas pequeñas con un gran amor.
No puede haber una revolución total sino una revolución permanente. Como el amor, es el goce fundamental de la vida.
No sabe qué es amor quien no te ama, no sabe qué es amor quien no te mira...
No se acaba el amor solo con decir adiós, hay que tener presente que el estar ausente no anula el recuerdo, ni compra el olvido, ni nos borra del mapa.
No se accede a la verdad sino a través del amor.
No se porque no iba a haber una máquina que escribiese cartas de amor. ¿Acaso no son todas iguales?
No se puede mantener viva la llama del amor, sin confianza ni esperanza.
No se puede poner precio al amor, pero sí a todos sus accesorios.