Ya no existe el mayor peligro de los viajes maritimos: Los capitanes ya no pueden celebrar matrimonios entre los pasajeros.
Yo escribo para quienes no pueden leerme. Los de abajo, los que esperan desde hace siglos en la cola de la historia, no saben leer o no tienen con qué.
¡cuántas almas se pueden atraer con el buen ejemplo!.
¿por qué ocultar ciertas verdades, hoy que son del dominio de la historia y pueden ser una enseñanza para el presente y para el porvenir?.
¿Sabe lo mejor de los corazones rotos? Que sólo pueden romperse de verdad una vez. Lo demás son rasguños