Una gran filosofía no es la que instala la verdad definitiva, es la que produce una inquietud.
Una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad.
Y es que en este mundo traidor, no hay verdad ni mentira: todo es según el cristal con que se mira.
Y si por algo es triste la lluvia que no llueve será porque es la lluvia condenada a ser nieve
Y si por algo es triste la lluvia que no llueve será porque es la lluvia condenada a ser nieve.