El hombre que nada teme es tan fuerte como el que es temido por todo el mundo.
El hombre sabio es aquel que busca instruirse con todos los hombres; el hombre fuerte, aquel que sabe quebrar sus deseos; el hombre rico, aquel que se contenta con su suerte, y el hombre honrado, aquel que honra a los demás.
El más fuerte no es siempre bastante fuerte para ser amo.
El mundo es fuerte y bello por los amigos.
El mundo es fuerte, pero más fuerte es el hombre que lo gobierna; y es soberana el alma, que gobierna al hombre.
El que domina a los otros es fuerte; el que se domina a sí mismo es poderoso.
El que no es bello a los veinte, ni fuerte a los treinta, ni rico a los cuarenta, ni sabio a los cincuenta, nunca será ni bello, ni fuerte, ni rico, ni sabio.
El ruibarbo en la nieve más pálido brilla púrpura.
El silencio es el ruido más fuerte, quizá el más fuerte de los ruidos.
En la nieve Las luces de la hilera de casas Que me cerraron la puerta.
En la primera nieve. Las flores de los narcisos casi no se doblan.
Entre dos hombres iguales en fuerza, el más fuerte es el que tiene la razón.
Es un examen muy fuerte, una experiencia muy nueva y muy rigurosa prueba, poner al que está mortal en los labios el cristal, y decide que no beba.
Estoy aquí por estar, y la nieve sigue cayendo.
Flores en primavera, la luna en otoño, una brisa fresca en verano, nieve en invierno. Si tu mente no está ocupada de cosas innecesarias, ésta es la mejor estación de tu vida.
Justicia, fuerza. Es justo que lo justo sea obedecido, es necesario que lo más fuerte sea obedecido. La justicia sin la fuerza es impotente; la fuerza sin la justicia es tiránica; la justicia sin fuerza encuentra oposición, porque siempre hay malvados; la fuerza sin la justicia es indeseada. Hay, pues, que unir la justicia y la fuerza, y conseguir así que lo justo sea fuerte, y que lo fuerte sea justo.
La adversidad es como un fuerte viento que nos arranca todo menos las cosas que no pueden ser arrancadas. En ella nos vemos como realmente somos.
La angustia de volver al trabajo es peor para el corazón que el colesterol o una fuerte tensión arterial.
La batalla de la vida no siempre la gana el hombre más fuerte, o el más ligero, porque tarde o temprano, el hombre que gana es aquel que cree poder hacerlo.
La fuerza más fuerte de todas es un corazón inocente.
La justicia no es otra cosa que la conveniencia del más fuerte.
La libertad sin una autoridad fuerte e incólume, no es libertad al cabo de poco tiempo, sino anarquía.
La luna, la nieve, y ahora a través de la llovizna, ¡la luz de la mañana!.
La maravilla de un solo copo de nieve supera la sabiduría de un millón de meteorologistas.
La nieve no rompe las ramas del sauce.