Como los individuos, las naciones nacen y mueren; pero la civilización no puede morir.
Como los políticos nunca creen lo que dicen, se sorprenden cuando alguien sí lo cree.
Como muere el festival de baile, el sonido del viento en los pinos y las voces de los insectos.
Como pretendes que otro guarde tu secreto si tú mismo, al confiárselo, no los has sabido guardar.