Es preferible fiarse del hombre equivocado a menudo, que de quien no duda nunca.
Es rey quien nada teme, es rey quien nada desea; y todos podemos darnos ese reino.
Escuchad el consejo del que mucho sabe; pero sobre todo escuchad el consejo de quien mucho os ama.
Guárdame de aquel en quien tengo puesta mi confianza, que de quien desconfío, me guardaré solo.