Quien tiene una pasión dominante, odia en función de ella al género humano, porque todos le parecen, con relación a su pasión, rivales o, al menos, resistencias.
Quien todo lo puede ha de temerlo todo.
Quien todo lo quiere, todo lo pierde.
Quien toma bienes de los pobres es un asesino de la caridad. Quien a ellos ayuda, es un virtuoso de la justicia.
Quién tuviera el poder, de lograr detener, al amor que se va, se va.
Quien un mal habito adquiere, esclavo de el vive y muere.
Quien va de fuego en fuego, muere de frío.
Quien vale mucho hace mucho.
Quien vive como yo no muere: se acaba, se marchita, se desvegeta. El sitio donde estuvo sigue sin él estar allí, la calle por donde caminaba sigue sin que él sea visto en ella, la casa que habitaba es habitada por no él.
Quien vive con más desahogo no es el que tiene más, sino el que administra bien lo mucho o poco que tiene.
Quien vive de prisa no vive de veras.
Quien vive en armonía no teme la soledad.
Quien vive entre los deleites y los vicios ha de expiarlos luego con la humillación y la miseria.
Quien vive sin disciplina, muere sin honor.
Quien vive sin pensar, no puede decir que vive.
Quien vive temeroso, nunca será libre.
Quien volviendo a hacer el camino viejo aprende el nuevo, puede considerarse un maestro.
Realmente no estoy tan solo, ¿quién te dijo que te fuiste?, si uno no está donde el cuerpo, sino donde más lo extrañan. Y a ti se te extraña tanto.
Sabio es solamente quien permanece amo de sí mismo.
Se expone a daños quien se gobierna por el consejo de los jóvenes.
Se ha dicho que no podemos amar realmente a la persona de quien nunca nos reimos.
Se piensa que lo justo es lo igual, y así es; pero no para todos, sino para los iguales. Se piensa por el contrario que lo justo es lo desigual, y así es, pero no para todos, sino para los desiguales.
Se que hay pobres con dinero, ricos que duermen en el suelo. Se que hay quien sueña en un cajero, se que quiero, se quien soy... se que vendo y se que doy.
Se tiende a honrar a quien ha dedicado toda su vida a una única empresa, lo cual es justo, pero quien quema toda su vida en un fuego de artificio, que dura un instante, testimonia con mayor precisión y pureza los valores auténticos de la vida humana.
Seis honrados servidores me enseñaron cuanto sé; sus nombres son cómo, cuándo, dónde, qué, quién y por qué.