Quien ama a su madre, jamás será perverso.
Quien ama esperando una recompensa está perdiendo el tiempo.
Quien ama la guerra, no quiere la paz.
Quien ama sabiendo por qué ama, no ama.
Quien anda con buenos, parece uno de ellos.
Quien anda en malos pasos, en uno quedará atascado.
Quien ande por la mar, aprede a rezar.
Quien aprende, no por ello penetra hasta la verdad; quien penetra hasta la verdad, no por ello es capaz de afianzarla; quien la afianza, no por ello está en condiciones de sopesarla en cada circunstancia particular.
Quien bien ata, bien desata.
Quién bien baila, de boda en boda se anda.
Quien bien gane, bien gaste, pero no malgaste.
Quien bien quiere a Beltrán, bien quiere a su can.
Quien bien te quiere te hará llorar.
Quien buen norte tiene, seguro va y seguro viene.
Quien busca la felicidad fuera de sí es como un caracol que caminara en busca de su casa.
Quien busca, halla.
Quien calla, otorga.
Quien calladamente arde, mas se quema.
Quien cambia felicidad por dinero no podrá cambiar dinero por felicidad.
Quien canta, sus males espanta.
Quien casa una hija, gana un hijo.
Quien condena la pintura, condena la naturaleza, puesto que las obras del pintor representan las obras de la naturaleza. El que así blasfema carece, pues, de sentimiento.
Quien confunde esposa con esclava, está confundiendo amor con propiedad.
Quien conserva la facultad de ver la belleza no envejece.
Quien conserva su cabeza de niño, conserva su cabeza.