Nunca llega a ser coronado por la inmortalidad quien teme ir adonde le conducen voces desconocidas.
Nunca mejora su estado quien muda solamente de lugar y no de vida y de costumbres.
Para el que cree no es necesaria ninguna explicación; para quien no cree, toda explicación sobra.
Pero ya sabe usted que quien ama no recuerda largo tiempo el agravio.