El hombre es un animal racional, pero no un animal razonable.
El hombre es un animal racional.
El hombre es un aprendiz y el dolor es su amo.
El hombre es un auriga que conduce un carro tirado por dos briosos caballos: el placer y el deber. El arte del auriga consiste en templar la fogosidad del corcel negro (placer) y acompasarlo con el blanco (deber) para correr sin perder el equilibrio.
El hombre es un dios cuando sueña; un pordiosero cuando reflexiona.
El hombre es un experimento; el tiempo demostrará si valía la pena.
El hombre es un ideal de conducta libre.-
El hombre es un lobo para el hombre.
El hombre es un milagro químico que sueña
El hombre es un milagro sin interés.
El hombre es un niño que ha dedicado toda la vida a limitarse, a verse limitado y a aceptarse limitado.
El hombre es un niño: su poder es el poder de crecer.
El hombre es un objeto de placer.
El hombre es un organismo excesivamente complicado. Si está condenado a la extinción morirá por falta de simplicidad.
El hombre es un pedazo del universo hecho vida.
El hombre es un ser racional, y, en cuanto tal, recibe de la ciencia el alimento y la nutrición que le corresponde. Pero tan escaso es el alcance de la mente humana que poca satisfacción puede esperarse en este punto, ni del grado de seguridad, ni de la extensión de sus adquisiciones.
El hombre es un ser social cuya inteligencia exige para excitarse el rumor de la colmena.
El hombre es un universo en sí mismo.
El hombre es un universo que razona.
El hombre es una breve aventura química sin sentido.-
El hombre es una criatura de esperanza e inventiva y ambas cualidades desmienten la idea de que no es posible cambiar las cosas.
El hombre es una invención cuya fecha reciente muestra con toda facilidad la arqueología de nuestro pensamiento.
El hombre es una multitud solitaria de gente, que busca la presencia física de los demás para imaginarse que todos estamos juntos.
El hombre es una pasión inútil.
El hombre es verdaderamente grande sólo cuando obra a impulso de las pasiones.