Jamás dejes que las dudas paralicen tus acciones. Toma siempre todas las decisiones que necesites tomar, incluso sin tener la seguridad o certeza de que estás decidiendo correctamente.
La búsqueda de la alegría es más importante que la necesidad del dolor.
La calma absoluta no es la ley del océano. Lo mismo ocurre en el océano de la vida.
La fe es una conquista difícil que exige combates diarios para mantenerla.
La felicidad es a veces una bendición, pero por lo general es una conquista.
La gloria del mundo es transitoria, y no es ella la que nos da la dimensión de nuestra vida, sino la elección que hacemos de seguir nuestra leyenda personal, tener fé en nuestras utopías y luchar por nuestros sueños.
La gran bendición de la vida es el mañana, y hacer realidad tus sueños.
La gran victoria que hoy parece fácil fue el resultado de pequeñas victorias que pasaron desapercibidas.
La locura es la incapacidad para comunicar tus ideas. Como si estuvieras en un país extranjero, viendo todo, entendiendo lo que pasa a tu alrededor, pero incapaz de explicarte y ser ayudado porque no entiendes la lengua que hablan allí.
La magia es un puente que te permite ir del mundo visible hacia el invisible. Y aprender las lecciones de ambos mundos.
La posibilidad de realizar un sueño es lo que hace que la vida sea interesante.
La razón teme la derrota, pero la intuición disfruta la vida y sus desafíos.
La vida es muy rápida; hace que la gente pase del cielo al infierno en cuestión de segundos.
La vida no está hecha de deseos y sí de los actos de cada uno.
La vida siempre espera situaciones críticas para mostrar su lado brillante.
Las aguas apagarían lo que el fuego escribió.
Las apuestas y los pactos se hacen con los ángeles. O con los demonios.
Las cosas simples son las más extraordinarias y sólo los sabios consiguen verlas.
Las cuerdas que están siempre tensas terminan desafinando.
Las decisiones de dios son misteriosas, pero siempre a nuestro favor.
Las personas cambian cuando se dan cuenta del potencial que tienen para cambiar las cosas.
Libéranos de todos esos conceptos malditos, de esa manía de tener que explicarlo todo.
Lo que ahoga a alguien no es caerse al río, sino mantenerse sumergido en él.
Los errores son una manera de reaccionar.
Los hombres son dueños de su propio destino.