Amor mutante amigos con derecho y sin derecho de tenerte siempre, y siempre tengo que esperar paciente, el pedazo que me toca de tí.
Dos cosas más aprendimos en la lluvia: cualquier sed tiene derecho cuando menos a una naranja grande y toda tristeza a una mañana de circo, para que la vida sea, alguna vez, como una flor o una canción.
A quien amigos tiene por millones ninguno sobrará; el que tan sólo un enemigo cuenta por doquier lo encontrará.
Al poder se sube casi siempre de rodillas. Los que suben de pie son los que tienen derecho a él.
Algunos creen que para ser amigos basta con querer, como si para estar sano bastara con desear la salud.
Amigos son aquellos extraños seres que nos preguntan como estamos y se esperan a oír la contestación.
Amigos son los huevos, que están en el mismo nido y nunca se regañan.
Amigos verdaderos son los que vienen a compartir nuestra felicidad cuando se les ruega y nuestra desgracia sin ser llamados.
Amigos y libros: pocos y buenos.
Amigos. Nadie más. El resto es selva.
Aquel que para amigos y adversarios guarda igual corazón; aquel que permanece igual ante la gloria como ante la vergüenza, a ése bien lo amo.
Bebido con buenos amigos, sabe bien cualquier vino.
Buena cosa es tener amigos, pero mala el tener necesidad de ellos.
Bueno es tener amigos, aunque sea en el infierno.
Cada hombre debe tener derecho a elegir su destino.
Cada uno muestra lo que es en los amigos que tiene.
Cambia de placeres, pero no cambies de amigos.
Cien amigos y ser pobre, que egoísta y millonario con medallas de cobre.
Ciertos recuerdos son como amigos comunes, saben hacer reconciliaciones.
Consentir que nos condecoren es reconocer al Estado o al principe el derecho de juzgarnos, ilustrarnos, etc.
Cuando la adversidad llama a tu puerta, todos los amigos están dormidos.
Cuando la desgracia se asoma a la ventana, los amigos no se acercan a mirar.
Cuando se sirve bien a la patria, se tienen en todas partes muchos amigos viejos.
Deben buscarse los amigos como los buenos libros. No está la felicidad en que sean muchos ni muy curiosos; sino pocos, buenos y bien conocidos.
Derecho, camino adelante… no se puede ir muy lejos.