Lo que se necesita para conseguir la felicidad, no es una vida cómoda, sino un corazón enamorado.
Los árboles tienen una vida secreta que sólo les es dado conocer a los que se trepan a ellos.
Los deseos de nuestra vida forman una cadena, cuyos eslabones son las esperanzas.
Los mayores momentos de la vida vienen por sí solos. No tiene sentido esperarlos.
Los primeros cuarenta años de vida nos dan el texto; los treinta siguientes, el comentario.
Los sueños pueden ser realidades. Son lo que nos guía por la vida hacia una gran felicidad.