La naturaleza nos da las dotes sin pedir nada a cambio, pero nos las quita sin pedir permiso.
La naturaleza nos ha dado las semillas del conocimiento, no el conocimiento mismo.
La naturaleza quiere que la amistad sea auxiliadora de virtudes, mas no compañera de vicios.
La naturaleza señala a los soldados de la vida el lugar en donde han de luchar por ella.
La naturaleza vuelve a los hombres elocuentes en las grandes pasiones y en los grandes intereses.
La proporción entre la obra humana y la naturaleza es la misma que media entre el hombre y dios.
La sociedad difiere de la naturaleza en que persigue una finalidad moral definida.
Las mujeres son secretistas por naturaleza, y les gusta practicar el secreto por su cuenta.