La vida es un tránsito; el mundo es una sala de espectáculos; el hombre entra en ella, mira y sale.
Las fronteras de lo improbable ya han sido cruzadas simplemente por el hecho de que el mundo existe.
Las tres cosas que más me gustan en el mundo son el silencio, la soledad y los espacios vacíos.
Lo admirable es que el hombre siga luchando y creando belleza en medio de un mundo bárbaro y hostil.