No hay alegría más alegre que el prólogo de la alegría
No hay cosa por fácil que sea, que no la haga difícil la mala gana.
No hay espejo que mejor refleje la imagen del hombre que sus palabras.
No hay que pedir peras al olmo, sino estrellas y medallas, cúpulas y lámparas, peces y columnas, guantes y puñales, máscaras y hojas de afeitar.
No hay riqueza tan segura como un amigo seguro.
No hay soledad más alta, más cruel y más cercana que la de dos cuerpos que se aman, sus hiedras confundiendo, su saliva y sus sueños, su aliento anonadado, sus huesos y su muerte.
No he cultivado mi fama, que será efímera.
No me he planteado grabar en inglés porque quiero traspasar las fronteras con nuestro idioma y defenderlo, porque además es el más bonito.
No olvida quien finge olvido sino quien puede olvidar...
No podemos tener un pensamiento tan simplista y constreñido como para negar todo lo que nos parezca imposible.
No podría definirme como ateo, porque declararme ateo correspone a una certidumbre que no poseo.
No puede existir bondad alguna donde no haya conocimiento de ella.
No sé hasta qué punto un escritor puede ser revolucionario. Por lo pronto, está trabajando con el idioma, que es una tradición.
No sé si la instrucción puede salvarnos, pero no sé de nada mejor.
No sé tu nombre, sólo sé la mirada con que me lo dices
No vayas a creer lo que te cuentan del mundo (ni siquiera esto que te estoy contando) ya te dije que el mundo es incontable.
No; no es por un crimen por lo que nos condenáis a muerte; es por lo que se ha dicho en todos los tonos, es por la anarquía; y puesto que es por nuestros principios por lo que nos condenáis, yo grito sin temor: ¡soy anarquista!.
Nosotros somos comunistas y se nos hace fácil el proyecto de repartir los bienes materiales, porque no tenemos nada.
Nuestros mejores esbozos de humanidad futura resultaron apenas artificios de pólvora que ardieron bajo la lluvia de la primera noche.
Nunca faltarán ondas en la mar, ni ira y tristeza en el corazón del avariento.
Nunca nos sentiremos bien por haber practicado el mal. Nunca el rencor y la venganza proporcionan contento.
Nunca un puñado de bolcheviques con lombrices había estado tan cerca de tumbar la ley endurecida que gobierna la hechura de toda mercancía.
Ordenar bibliotecas es ejercer de un modo silencioso el arte de la crítica.
Para el argentino, la amistad es una pasión y la policía una mafia.
Para hacer mal cualquiera es poderoso.