Trabaja para mantener viva en tu pecho esa pequeña chispa de fuego celeste, la conciencia.
Trabajemos por y para la patria, que es trabajar para nuestros hijos y para nosotros mismos.
Tú puedes, tú deberías, y si eres lo suficientemente valiente para empezar, tú lo harás.
Tus ojos son un delito negro como las tinieblas, y tienes para ocultarlo bosque de pestañas negras.
Un arqueólogo es el mejor marido para una mujer: cuanto mayor se hace ella, más le gusta a él.