Lo que hacemos no es nunca comprendido, y siempre es acogido sólo por los elogios o por la crítica.
Lo que se hace con precipitación nunca se hace bien; obrar siempre con tranquilidad y calma.
Lo que se necesita para conseguir la felicidad, no es una vida cómoda, sino un corazón enamorado.
Lo que siempre pasa es aquello en lo que uno cree realmente; y creer en algo hace que pase.