La televisión nos proporciona temas sobre los que pensar, pero no nos deja tiempo para hacerlo.
La única educación eterna es esta: estar lo bastante seguro de una cosa para decírsela a un niño.
La única fe salvadora es la que se arroja así en Dios, para la vida y para la muerte.
La venganza solo es dulce para aquellos a los que el rencor les ha tergiversado el gusto.
La verdad adelgaza y no quiebra, y siempre anda sobre la mentira como el aceite sobre el agua.
La verdad necesita de dos hombres para ser descubierta: uno para decirla y otro para entenderla.
La verdad tiene dos sabores: uno dulce, para el que la dice, y otro amargo, para el que la oye.