La primera tarea de la educación es agitar la vida, pero dejarla libre para que se desarrolle.
La religión debería servir más para dar ánimos a los buenos que para aterrorizar a los malos.
La riqueza es un poder usurpado por la minoría para obligar a la mayoría a trabajar en su provecho.
La soberbia nunca baja de donde sube, porque siempre cae de donde subió.