Envejecer es todavía al único medio que se ha encontrado para vivir mucho tiempo.
Era ese tipo de persona que se pasa su vida haciendo cosas que detesta para conseguir dinero que no necesita y comprar cosas que no quiere para impresionar a gente que odia.
Era inevitable: el olor de las almendras amargas le recordaba siempre el destino de los amores contrariados
Es bueno para los hombres creer en las ideas y morir por ellas.
Es como para creer que al buen dios, que creó el mundo, no le gusta que los hombrecillos tengan por su parte (aunque a su reducida escala) una pasión parecida.
Es completamente lícito para una católica evitar el embarazo recurriendo a las matemáticas, aunque todavía está prohibido recurrir a la física o a la química.
Es cosa admirable que todos los grandes hombres tengan siempre alguna ventolera, algún granito de locura mezclado con su ciencia.
Es curioso este juego del matrimonio. La mujer tiene siempre las mejores cartas y siempre pierde la partida.
Es de importancia para quien desee alcanzar una certeza en su investigación, el saber dudar a tiempo.
Es difícil para una mujer expresar con palabras sus sentimientos cuando las mismas han sido creadas por los hombres para expresar los suyos.
Es fácil ser humorista cuando tienes a todo el gobierno trabajando para ti.
Es locura manifiesta vivir precariamente para poder morir rico.
Es mejor saber después de haber pensado y discutido que aceptar los saberes que nadie discute para no tener que pensar.
Es mucho más fácil, en general, morir por los otros que saber vivir para ellos.
Es mucho mejor hacer amigos, comprenderse mutuamente y hacer un esfuerzo para servir a la humanidad, antes de criticar y destruir.
Es muy cierto que gran parte de los hombres que son incapaces de amar tampoco valen mucho para la amistad. Pero también se ve menudo lo contrario.
Es muy difícil pensar noblemente cuando no se piensa más que para vivir.
Es muy grave el olvido de la historia o su deformación, porque la realidad siempre se venga del que no cuenta con ella.
Es necesario diferenciar las cosas: lo que siempre existe sin haber nacido, y lo que siempre está comenzando sin jamás llegar a ser.
Es necesario esperar, aunque la esperanza haya de verse siempre frustada, pues la esperanza misma constituye una dicha, y sus fracasos, por frecuentes que sean, son menos horribles que su extinción.
Es necesario sembrar para el futuro.
Es necesario ser casi un genio para ser un buen marido.
Es necesario siempre esperar cuando se esta desesperado, y dudar cuando se espera.
Es necesario tener el apetito del pobre para gozar la fortuna del rico.
Es necesario tener tanta discreción para dar consejos como docilidad para recibirlos.