La abundancia de las cosas, aunque no sean buenas, hacen que no se estimen.
La esperanza es una cosa buena, quizá la mejor de todas, y las cosas buenas nunca mueren.
Las acciones de los hombres son normalmente buenas, pero sus razones para obrar lo son raramente.
Las buenas cosas ocurren todos los días. Solo nos tenemos que dar cuenta de ellas.
Mientras más pensamientos positivos usas para alimentar a tu mente, más cosas buenas atraerás.
Nadie desaparece del todo de la vida de uno, si ha sabido imprimir buenas huellas en el recuerdo.
Nadie recordaría al buen samaritano, si además de buenas intenciones no hubiera tenido dinero.