Y es que nada hay tan difícil como cerrar por amor la mano abierta y avergonzarse de su generosidad.
Y los amantes saben, que sin querer siquiera hay un amor que crece como una enredadera
Ya no habrá días turbios... ya no habrá noches malas si hay un amor secreto que nos presta sus alas
Yo conozco al pueblo: cambia en un día. Derrocha pródigamente lo mismo su odio que su amor.
¡Ay los vicios humanos! Son ellos los que contienen la prueba de nuestro amor por el infinito.