Una de las alegrías de la amistad es saber en quien confiar.
Yo tengo tantos hermanos que no los puedo contar. Gente de mano caliente por eso de la amistad, con uno lloro, pa’ llorarlo, con uno rezo pa’ rezar. Con un horizonte abierto que siempre está más allá. Y esa fuerza pa’ buscarlo con tesón y voluntad.
¿Cuál es el arte para preparar una buena amistad? Si quieres ser amado, ama.