Pero si el pensamiento corrompe el lenguaje, el lenguaje también puede corromper el pensamiento.
Quien discute sobre si se puede matar a la propia madre no merece argumentos sino azotes.
Repudio todo pensamiento sistemático porque todo sistema conduce necesariamente a la trampa.
Resulta más difícil conseguir una victoria sobre las pasíones que vencer enemigos ordinarios.