Nada ocurre porque si. Todo en la vida es una sucesión de hechos que, bajo la lupa del análisis, responden perfectamente a causa y efecto.
Nada perturba tanto la vida humana como la ignorancia del bien y el mal.
Nada puede reclamarse cuerdamente a la vida.
Nadie aceptaría la vida si al tiempo de recibirla tuviese entendimiento.
Nadie desaparece del todo de la vida de uno, si ha sabido imprimir buenas huellas en el recuerdo.
Nadie está graduado en el arte de la vida mientras no haya sido tentado.
Nadie nos dijo que veniamos a gozar de esta vida.
Nadie puede en su vida escapar a una deplorable crisis de entusiasmo.
Nadie puede hacer el bien en un espacio de su vida, mientras hace daño en otro. La vida es un todo indivisible.
Nadie que esté entusiasmado con su trabajo puede temer nada de la vida.
Nadie tiene dominio sobre el amor, pero el amor domina todas las cosas.
Ni en mi vida privada ni en mis escritos jamás he mantenido en secreto el hecho de ser un abierto y completo no-creyente.
Ni la vida, ni la libertad, ni la propiedad de ningún hombre está a salvo cuando el legislativo está reunido.
Niego que una cosa tan inútil como el sufrimiento pueda dar derechos a lo que sea, al que sea, sobre lo que sea.
Nietzsche dice que nosotros viviremos la misma vida nuevamente. ¡dios!, yo tendré que ver de nuevo a mi agente de seguros.
Ningún lugar en la vida es más triste que una cama vacía.
Ningún país puede pensar en desarrollarse sobre bases coloniales.
Ninguna casa debería estar nunca sobre una colina ni sobre nada. Debería ser de la colina. Perteneciente a ella. Colina y casa deberían vivir juntas, cada una feliz de la otra.
Ninguno nace para pasar la vida sin trabajo.
No admitir corrección ni consejo sobre la propia obra es pedantería.
No basta compartir las ideas con el prójimo; se ha de compartir la vida.
No basta con pensar en la muerte, sino que se debe tenerla siempre delante. Entonces la vida se hace más solemne, más importante, más fecunda y alegre.
No consiste la felicidad de nuestra vida en vivir, sino en vivir bien.
No creo en una vida más allá, pero, por si acaso, me he cambiado de ropa interior.
No creo que existan reglas sobre los asuntos del amor y la cantidad de compasión que conllevan.