...Para mí, era el pan, era la nieve; ya la nieve no es blanca, el pan no sabe a nada.
A fin de cuentas las opiniones no son más importantes que las personas como para separarlas.
Aguardar demasiado a un convidado es una falta de consideración para los que están presentes.
Al amor lo pintan ciego y con alas. Ciego para no ver los obstáculos y con alas para salvarlo.