Un efecto esencial de la elegancia es ocultar sus medios.
Un hombre no es desdichado a causa de la ambición, sino porque ésta lo devora.
Una buena causa no hace que la guerra sea justa.
Una causa bien defendida es una causa justa.
¡Bienvenido sea el dolor si es causa de arrepentimento!
¡cuantos desfiguros causa la vanidad!.