Los objetos de nuestro deseo pueden ser dolorosos. La gente adora detestar a quienes ama.
Mi felicidad consiste en que se apreciar lo que tengo y no deseo con exceso lo que no tengo.
No es suficiente que un hombre tenga el deseo de matar para que la muerte se transforme en un valor.
No hay que mirar que bien nos ha hecho un amigo, sino solamente el deseo que él tiene de hacérnoslo.
No soy dueño de mí mismo ni voy donde a mí me agrada, atado llevo el deseo al hilo de tu mirada.