Cierta aristocracia, educada desde la infancia para considerar su nombre como una ventaja interior que nada puede quitarle, sabe que puede evitarse -pues nada le añadirian- los esfuerzos que sin resultado posterior apreciable hacen tantos burgueses por profesar sólo opiniones bien consideradas y frecuentar sólo a personas bienpensantes.
Marcel Proust