Cuando uno reposa contento, encantado en las tintas de un buen libro, o en los andamios de una gran pelÃcula, y entonces no hay apuro para encontrarse con Dios. Ana Cecilia Blu
Cuando uno reposa contento, encantado en las tintas de un buen libro, o en los andamios de una gran pelÃcula, y entonces no hay apuro para encontrarse con Dios.