AsÃ, en infinitas tardes, fui penetrando en el canto de la llanura, gracias a esos paisanos. Ellos fueron mis maestros. Ellos, y luego multitud de paisanos que la vida me fue arrimando con el tiempo. Cada cual tenÃa 'su' estilo. Cada cual expresaba, tocando o cantando, los asuntos que la pampa le dictaba.
Atahualpa Yupanqui