Los primeros cuarenta años de vida nos dan el texto; los treinta siguientes, el comentario.
Los sueños pueden ser realidades. Son lo que nos guía por la vida hacia una gran felicidad.
Los únicos ideales que vale la pena tener son los que puedes aplicar a la vida diaria. Y al mundo.
Matar es una estupidez. Nunca debe hacerse nada de lo que no se pueda hablar en la sobremesa.
Me abrieron tus ojos las puertas de lo eterno y el secreto de la vida me lo dijo tu boca.