Todo lo que es hecho, todo lo humano de la Tierra es hecho por manos.
Todo lo que hacemos está puesto con el ojo en otra cosa.
Todo lo que hay de bello en el hombre pasa y no dura.
Todo lo que no es eterno está eternamente pasado de moda.
Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado; está fundado en nuestros pensamientos y está hecho de nuestros pensamientos.
Todo lo que una mujer quiere de verdad - un perro, un hombre, Dios, cualquier cosa - lo quiere como a un hijo.
Todo lo vence el hombre, menos el hambre.
Todo pensamiento es inmoral. La destrucción está en su propia naturaleza. Pensar en una cosa es matarla. Nada sobrevive cuando es objeto de pensamiento.
Todo poder cae a impulsos del mal que ha hecho. Cada falta que ha cometido se convierte, tarde o temprano, en un ariete que contribuye a derribarlo.
Todo progreso está basado en el deseo universal e innato por parte de cada organismo de vivir por encima de sus posibilidades.
Todos aman la vida, pero el hombre valiente y honrado aprecia más el honor.
Todos los hombre que no tienen nada importante que decir, hablan a gritos.
Todos los hombre y mujeres nacen, viven, sufren y mueren; lo que nos distingue unos de otros son nuestros sueños, ya sean sueños sobre cosas espirituales o mundanas, y lo que hacemos para que estos se realizen. No elegimos nacer. No elegimos nuestros padres. No elegimos nuestra epoca, el pais de nuestro nacimiento, o las circunstancias inmediatas de nuestra crianza. No elegimos, la mayoria de nosotros, el morir; tampoco elegimos la hora y las condiciones de nuestra muerte. Pero dentro de este reino de falta de elecciones, elegimos como vivir.
Todos somos capitanes y la diferencia está sólo en el barco en que vamos sobre las aguas del mar.
Todos somos fragmentos no sólo del hombre en general, sino de nosotros mismos.
Trabajar constituye un deber indispensable para el hombre social. Rico o pobre, poderoso o débil, todo ciudadano ocioso es un ladrón.
Tras el vivir y el soñar, está lo que más importa: el despertar
Tratar de reformar a un hombre es un trabajo ingrato y de dudoso éxito. Colgarlo es cuestión de segundos.
Traten de verse a sí mismos, porque no se conocen. Deben darse cuenta de este riesgo; el hombre que trata de verse a sí mismo puede ser muy infeliz, porque verá muchas cosas malas, mucho que querrá cambiar, y ese cambio es muy difícil. Es fácil empezar, pero una vez que hayan abandonado su silla, será muy difícil conseguir otra, y esto puede causar una desdicha muy grande.
Tres facultades hay en el hombre: la razón que esclarece y domina; el coraje o ánimo que actúa, y los sentidos que obedecen.
Tu conocimiento sobre lo que está pasando es sólo superficial y relativo.
Tú eliges el lugar de la herida en donde hablamos nuestro silencio. Tú haces de mi vida esta ceremonia demasiado pura.
Tu eres solo una coma en las paginas de esta historia.
Un actor siempre está desnudo en la pantalla, aunque esté vestido.
Un alma grande está por encima de la injuria, de la injusticia y del dolor.