Cuanto más alto coloque el hombre su meta, tanto más crecerá.
Cuanto más planifique el hombre su proceder, más fácil le será a la casualidad encontrarle.
Dad al hombre salud y metas a alcanzar y no se detendrá a pensar sobre si es o no feliz.
Debe haber algo extrañamente sagrado en la sal: está en nuestras lágrimas y en el mar.