Nunca es definitivo el éxito, ni perenne el fracaso.
Si la guerra es el fracaso de la diplomacia, entonces. . . La diplomacia, bilateral y multilateral, es nuestra primera línea de defensa. El mundo, hoy en día, gasta miles de millones preparándose para la guerra; ¿no deberíamos gastar uno o dos mil millones preparándonos para la paz?.
Sólo se aprende a través del fracaso, y lo que se aprende es la importancia de la previsión.
Te esperaré apoyada en la curva del cielo y todas las estrellas abrirán para verte sus ojos conmovidos.
Todo fracaso es el condimento que da sabor al éxito.
Todos miden su éxito por el fracaso de los demás.
Un fracaso en el teatro, por ejemplo, es para mí más estimulante que el éxito. ¿qué hacer en caso de éxito sino bajar la mirada e intentar mostrarse modesto? en caso de fracaso, al contrario, hay que recordarle a la ‘troupe’ desconsolada que no es el fin del mundo, que, al fin y al cabo, hemos pasado un buen rato juntos.
Una experiencia nunca es un fracaso, pues siempre viene a demostrar algo.