No hay disfraz que pueda largo tiempo ocultar el amor donde lo hay, ni fingirlo donde no lo hay.
No hay nada hecho por la mano del hombre que tarde o temprano el tiempo no destruya.
No hay que mirar que bien nos ha hecho un amigo, sino solamente el deseo que él tiene de hacérnoslo.
No me arrepiento de nada. El que se arrepiente de lo que ha hecho es doblemente miserable.