Vive de tal manera que, cuando tus hijos piensen en justicia, cariño e integridad, piensen en ti.
Vivimos en el mundo cuando amamos. Sólo una vida vivida para los demás merece la pena ser vivida.
Vosotros miráis hacia arriba cuando ansias elevaros; yo miro hacia abajo, pues estoy elevado.
Y es que en este mundo traidor, no hay verdad ni mentira: todo es según el cristal con que se mira.