Todo pensamiento es una semilla. Si plantas semillas podridas, no cuentes con recoger manzanas deliciosas.
Todo poder cae a impulsos del mal que ha hecho. Cada falta que ha cometido se convierte, tarde o temprano, en un ariete que contribuye a derribarlo.
Todo poder es deber.
Todo poder es una conspiración permanente.
Todo poder excesivo dura poco.
Todo poder humano se forma de paciencia y de tiempo.
Todo poeta se ha angustiado, se ha asombrado y ha gozado.
Todo progreso está basado en el deseo universal e innato por parte de cada organismo de vivir por encima de sus posibilidades.
Todo recuerdo es melancólico, y toda esperanza, alegre.
Todo se cambia, todo se transforma: la verdad, la mentira, los despojos.
Todo se consigue con el trabajo, hasta la virtud.
Todo se soporta en la vida, con excepción de muchos días de continua felicidad.
Todo ser que haya vivido la aventura humana, vive en mí.
Todo soñador tiene asegurada una porción de felicidad.
Todo sueño digno de vivir vale la pena compartirlo con otros.
Todo tiene sus límites.
Todo trabajo que enaltece la humanidad tiene dignidad e importancia y debe emprenderse con excelencia esmerada.
Todo vicio trae siempre su consiguiente excusa.
Todo viejo amor es un recuerdo agradable mientras no interviene la persona que lo inspiró.
Todo, hasta el mismo silencio tiene algo que callar.
Todos estamos aquí por casualidad; ríe todo lo que puedas.
Todos los días Dios nos da un momento en que es posible cambiar todo lo que nos hace infelices. El instante mágico es el momento en que un sí o un no pueden cambiar toda nuestra existencia.
Todos los días dios nos da, junto con el sol, un momento en el que es posible cambiar todo lo que nos hace infelices.
Todos los días miro los obituarios de los periódicos y me fijo sobre todo en la edad del muerto. La mayoría es más joven que yo. Me asusto y pienso: a lo mejor se han olvidado de mí.
Todos los elementos, cuando están fuera de su sitio natural, desean volver a él, principalmente el fuego, el agua y la tierra.