Cuando crezca yo quiero ser un niño.
Cuando crezcas, descubrirás que ya defendiste mentiras, te engañaste a ti mismo o sufriste por tonterías. Si eres un buen guerrero, no te culparás por ello, pero tampoco dejarás que tus errores se repitan.
Cuando da muchos frutos el manzano, podrás agarrarlos con la mano.
Cuando de casa estamos lejanos, más la recordamos.
Cuando debemos hacer una elección y no la hacemos, esto ya es una elección.
Cuando defiendes públicamente tus ideas, debes esforzarte para vivir de acuerdo con ellas. Y porque piensa que él es lo que habla, el guerrero acaba transformándose en lo que dice.
Cuando deje de indignarme, habrá comenzado mi vejez.
Cuando desaparece el hototogisu. Una Isla.
Cuando desciende el sol de la cultura, hasta los enanos proyectan grandes sombras.
Cuando descubro un ser cálido descubro la frialdad del mundo.
Cuando digo "Capitalismo", quiero decir Capitalismo completo, puro, incontrolado, no regulado, laissez-faire. Con una completa separación del Estado y de la economía del mismo modo y por las mismas razones por las que existe separación entre el Estado y la Iglesia.
Cuando digo que mira, miento. No mira, sino que contempla distraídamente. De modo que quizá sólo fugazmente, casi sin querer, puede ocuparse de lo que le rodea.
Cuando dios borra, es que va a escribir algo.
Cuando Dios creó el Mundo vio que era bueno. ¿Qué dirá ahora?
Cuando dios da pan duro, da dientes fuertes.
Cuando dios quiere enloquecer a alguien, satisface todos sus deseos.
Cuando Dios se calla, uno puede hacerle decir lo que quiere.
Cuando dios se hizo hombre, ya el diablo se había hecho mujer.
Cuando Dios tiene su altar en el corazón de la madre toda la casa es su templo.
Cuando dirijo, hago de padre; cuando escribo, hago de hombre; cuando actúo, hago el idiota.
Cuando diseño no considero el aspecto técnico y comercial, si no que en los sueños y los deseos de la gente para quien esta enfocado el proyecto u objeto.
Cuando dos hermanos trabajan juntos las montañas se convierten en oro.
Cuando dos personas están bajo la influencia de la más violenta, la más insana, la más ilusoria y la más fugaz de las pasiones, se les pide que juren que seguirán continuamente en esa condición excitada, anormal y agotadora hasta que la muerte los separe.
Cuando dos personas llegan a conocerse bien, su intimidad pierde cada vez más su carácter milagroso, hasta que su antagonismo, sus desilusiones, su aburrimiento mutuo, terminan por matar lo que pueda quedar de la excitación inicial.
Cuando dos personas que se quieren, chocan, no se mezclan, se rompen.