En las orejas de mi avanzada edad Las lluvias del verano Desaguan por las canaletas.
Yosa Buson
En noches frías mis huesos sienten las mantas y golpean la colcha.
Yosa Buson
No hay hoja que se mueva. Temor reverencial, en la arboleda de verano.
Yosa Buson
No hay puente. El sol se acuesta en aguas primaverales.
Yosa Buson
En cada pétalo que cae Las ramas del ciruelo Envejecen.
Yosa Buson
Un hachazo en el bosque En invierno Y el olor me llega.
Yosa Buson
Al claro de luna El ciruelo blanco parece Un árbol en invierno.
Yosa Buson
En las hierbas nueva El sauce Olvida sus raíces.
Yosa Buson
Me lavo los pies El agua sale de la cubeta ¡Cómo la primavera!.
Yosa Buson
El bosque en verano Ninguna hoja se mueve Así asusta.
Yosa Buson
La más lejana luna. Atravieso un barrio pobre.
Yosa Buson
La tos ronca del abad. El canto del hototogisu.
Yosa Buson
Sobre el excremento del caballo Las flores que cayeron del ciruelo rojo Parecen besarse.
Yosa Buson
No daria ni para un sorbo, agua limpia y clara, y sin embargo ¡Que cosa tan sagrada!.
Yosa Buson
Línea de gansos en vuelo; al pie de la colina, la luna puesta por sello.
Yosa Buson
Acá y allá escuchan la cascada jóvenes hierbas.
Yosa Buson
Sobre la imagen santa Se permite un excremento La golondrina.
Yosa Buson
Nada más por hoy Debemos entrar a la primavera Nada más.
Yosa Buson
Cultivador de crisantemos. De ellos eres un esclavo.
Yosa Buson
Mi jardinero Convertido en sirviente De crisantemos.
Yosa Buson
Flores rojas de ciruelo; el sol poniente ataca pinos y robles.
Yosa Buson
Ante el crisantemo blanco Las tijeras Dudan un instante.
Yosa Buson
Un fuego moribundo. Pero súbitamente la cacerola se pone a hervir.
Yosa Buson
Bajo la brisa del atardecer el agua chapotea en las patas de la garza.
Yosa Buson
Esta noche oscura La cubierta del calendario llega a su fin.
Yosa Buson