Cuando la ciencia estaba en su infancia, la religión trató de estrangularla en su cuna.
Robert Ingersoll
La Iglesia ha sido la enemiga del progreso por el motivo de que se ha esforzado por impedir que los seres humanos piensen por sí mismos. Impedir el pensamiento es impedir todo progreso excepto en la dirección de la fe.
Robert Ingersoll
Denme la tormenta y la tempestad del pensamiento y la acción, más que la calma chicha de la ignorancia y la fe.
Robert Ingersoll
El hombre piensa, debe utilizar todos sus sentidos; debe examinar; debe razonar. El hombre que no puede pensar es menos que un hombre; el hombre que no quiere pensar es un traidor a sí mismo; el hombre que teme pensar es un esclavo de la superstición.
Robert Ingersoll
Un creyente es un pájaro enjaulado; un librepensador es un águila que parte las nubes con alas incansables.
Robert Ingersoll
El hombre no puede salirse de la naturaleza ni siquiera con el pensamiento más arriba de lo que la naturaleza no puede elevarse, más abajo no puede caer.
Robert Ingersoll
Un dios honrado es la obra más noble del hombre.
Robert Ingersoll
La religión no mantiene a nadie. Tiene que ser mantenida. No produce trigo ni maíz; no ara la tierra; no derriba bosques. Es una mendiga perpetua. Vive del trabajo de otros, y luego tiene la arrogancia de pretender que ayuda al que da.
Robert Ingersoll
En tanto todas las preguntas sean respondidas con la palabra 'dios', la investigación científica es simplemente imposible.
Robert Ingersoll
Las manos que ayudan son más nobles que los labios que rezan.
Robert Ingersoll
Se ha demostrado que... el universo es infinito. Si un universo infinito fue hecho de un dios infinito, ¿cuánto queda del dios?.
Robert Ingersoll
La ignorancia es la tierra en que crece la creencia en milagros.
Robert Ingersoll
Nada más evidente que el hecho de que cada nación da a su dios las características propias, y que cada individuo da a su dios sus peculiaridades personales.
Robert Ingersoll
Las ciencias no son sectarias. Las personas no se persiguen unas a otras por cuenta de desacuerdos en matemática. Las familias no se dividen acerca de la botánica, y la astronomía no tiende a hacer a un hombre odiar a su padre y a su madre. Nos perseguimos unos a otros sobre lo que desconocemos.
Robert Ingersoll
Siempre que un hombre cree que ha recibido la verdad exacta de dios, no hay en él un espíritu de transigencia. Le falta la modestia que nace de las imperfecciones de la naturaleza humana; tiene la arrogancia de la certidumbre teológica y la tiranía que nace de la certeza inherente a la ignorancia.
Robert Ingersoll
Ningún dios ha sido más adelantado que la época que lo creó.
Robert Ingersoll
El humano tiene que aprender a confiar en sus propias fuerzas. La lectura de biblias no lo va a proteger de las ráfagas invernales, sino las casas, el fuego y las ropas. Para impedir el hambre un arado vale lo que un millón de sermones.
Robert Ingersoll
La religión no admite, no puede admitir, un hombre libre. Solamente acepta el homenaje de los postrados, y desprecia las ofrendas de los que se alzan erguidos.
Robert Ingersoll
Creo en la religión de la humanidad. Es mucho mejor amar a nuestros semejantes que amar a dios. A aquellos los podemos ayudar; no podemos ayudar a éste.
Robert Ingersoll
La salvación por la esclavitud carece de todo valor. Salvar de la esclavitud es de un valor inestimable.
Robert Ingersoll
Los creyentes en milagros nunca deberían tratar de explicarlos. No hay más que una forma de explicar algo, y es demostrarlo por medios naturales. El momento en que uno explica un milagro, ya desaparece.
Robert Ingersoll
Todo lo que hay de bueno en nuestra civilización es resultado del comercio, el clima, el suelo, la situación geográfica, la industria, la inventiva, el descubrimiento, el arte y la ciencia.
Robert Ingersoll
Yo prefiero no hacer a nadie responsable. Prefiero decir: Si hay que vestir al desnudo, el hombre debe vestirlo; si el hambriento desfallece, el hombre debe alimentarlo. Prefiero confiar en la empresa humana, en la inteligencia humana, en el corazón y el cerebro humanos. No hay evidencia de que Dios haya intervenido jamás en los asuntos del hombre.
Robert Ingersoll