No hay sentimiento que valga; el amor es una ocupación como otra cualquiera.
Jacinto Benavente
Si la pasión, si la locura no pasaran alguna vez por las almas… ¿Qué valdría la vida?
Jacinto Benavente
Ningún vanidoso siente celos.
Jacinto Benavente
El verdadero amor no se conoce por lo que exige, sino por lo que ofrece.
Jacinto Benavente
Sólo temo a mis enemigos cuando empiezan a tener razón.
Jacinto Benavente
Nunca, como al morir un ser querido, necesitamos creer que hay un cielo.
Jacinto Benavente
La felicidad es mejor imaginarla que tenerla.
Jacinto Benavente
Al amor lo pintan ciego y con alas. Ciego para no ver los obstáculos y con alas para salvarlo.
Jacinto Benavente
Si murmurar la verdad aún puede ser la justicia de los débiles, la calumnia no puede ser otra cosa que la venganza de los cobardes.
Jacinto Benavente
El enemigo sólo empieza a ser terrible cuando empieza a tener razon.
Jacinto Benavente
Nada fortifica tanto las almas como el silencio; que es como una oración íntima en que ofrecemos a Dios nuestras tristezas.
Jacinto Benavente
La vanidad hace siempre traición a nuestra prudencia y aún a nuestro interés.
Jacinto Benavente
Una cosa es continuar la historia y otra repetirla.
Jacinto Benavente
El amor es así, como el fuego; suelen ver antes el humo los que están fuera, que las llamas los que están dentro.
Jacinto Benavente
La peor verdad sólo cuesta un gran disgusto. La mejor mentira cuesta muchos disgustos pequeños y al final, un disgusto grande.
Jacinto Benavente
Cuando no se piensa lo que se dice es cuando se dice lo que se piensa.
Jacinto Benavente
El amor es como Don Quijote, cuando recobra el juicio es que está a punto de morir.
Jacinto Benavente
Poco bueno habrá hecho en su vida el que no sepa de ingratitudes.
Jacinto Benavente
Es más fácil ser genial que tener sentido común.
Jacinto Benavente
Nada prende tan pronto de unas almas en otras como esta simpatía de la risa.
Jacinto Benavente
El dinero no puede hacer que seamos felices, pero es lo único que nos compensa de no serlo.
Jacinto Benavente
Lo peor que hacen los malos es obligarnos a dudar de los buenos.
Jacinto Benavente
Creedlo, para hacernos amar no debemos preguntar nunca a quien nos ama: ¿Eres feliz?, sino decirle siempre: ¡Qué feliz soy!.
Jacinto Benavente
Yo podría ser el último paria de mi reino, un leproso abandonado por todos, sin recuerdo y sin esperanza de goce alguno, y aún quisiera vivir.
Jacinto Benavente
En cada niño nace la humanidad.
Jacinto Benavente