Frases de Gioconda Belli

26 - 50 de 48 pensamientos de Gioconda Belli



Si no caminara cotidíanamente en la navaja que separa las nubes del cielo y el infierno y fuera una mujer de lino en un país planchado, desarrollado, lleno de todo lo que aquí nos falta... Seguramente hubiera pasado a tu lado sin mirarte, sin que me vieras. Seguramente, ni vos ni yo estaríamos ahora sentados mirándonos, tocándonos, acariciando, como a un niño el tiempo.

Gioconda Belli

El amor de mi hombre no querrá rotularme y etiquetarme, me dará aire, espacio, alimento para crecer y ser mejor, como una revolución que hace de cada día el comienzo de una nueva victoria.

Gioconda Belli

Quiero tener ese hijo tuyo, amor. Dárteme desde dentro de mi vientre en una nueva prolongación de tu inmortalidad. Mostrarte hasta dónde puede crecer mi vida, como un árbol, si tú la riegas; hasta dónde puedo llegar a dárteme en todas las formas, en todos los momentos conscientes e inconscientes, llegar a ser tu río, tu sombra, la almohada suave donde apoyar tu cabeza, el viento, el mar, la risa, la mañana, tu cama, tu suelo, tu mujer.

Gioconda Belli


Todos tenemos un deber de amor que cumplir, una historia que hacer, una meta que alcanzar. No escogimos el momento para venir al mundo: Ahora podemos hacer el mundo en que nacerá y crecerá la semilla que trajimos con nosotros.

Gioconda Belli

Tu cuerpo es el paraíso perdido del que nunca jamás ningún Dios podrá expulsarme.

Gioconda Belli

Todas las profecías cuentan que el hombre creará su propia destrucción. Pero los siglos y la vida que siempre se renueva engendraron también una generación de amadores y soñadores; hombres y mujeres que no soñaron con la destrucción del mundo, sino con la construcción del mundo de las mariposas y los ruiseñores.

Gioconda Belli

La experiencia de la vida es la pasión de beberla hasta la embriaguez profunda, cantar, bailar, decir versos hermosos y luego dormir.

Gioconda Belli

Todo lo creó suavemente a martillazos de soplidos y taladrazos de amor, las mil y una cosas que me hacen mujer todos los días por las que me levanto orgullosa todas las mañanas y bendigo mi sexo.

Gioconda Belli

Sola yo, amor, y vos quién sabe dónde; tu recuerdo me mece como al maíz el viento y te traigo en el tiempo, recorro los caminos, me río a carcajadas y somos los dos juntos otra vez, junto al agua.

Gioconda Belli

Ya se unió la Historia al paso triunfal de los guerreros y yo invento palabras con que cantar, nuevas formas de amar, vuelvo a ser, soy otra vez, por fin otra vez, soy.

Gioconda Belli

Dame la ternura desde el sueño, dame ese cucurucho de sorbete que tenés en la sonrisa, dame esa lenta caricia de tu mano. Yo te daré pájaros que cantaran tu nombre desde lo más alto de los arboles.

Gioconda Belli

Uno se pregunta si el amor tendrá edad, si el tiempo sera tan implacable como los espejos.

Gioconda Belli

Anda, mi amor, yo voy también aunque me quede lejos y estaré allí con vos en el viento y la lluvia, en el calor del medio día, en las tapitas de dulce, en las chicharras y en los grillos, en el peligro, allí por donde andes, andaré yo, entre la tierra y tu sombra habrá una mujer acariciándote.

Gioconda Belli

Mi mente esta covada para recibirte, para pensar tus ideas y darte a pensar las mías; te siento, mi compañero, hermoso juntos somos completos y nos miramos con orgullo conociendo nuestras diferencias sabiéndonos mujer y hombre y apreciando la disimilitud de nuestros cuerpos.

Gioconda Belli

Aquí estoy, desnuda, sobre las sábanas solitarias de esta cama donde te deseo.

Gioconda Belli

También yo me dormiré y entonces quizás te despiertes y pienses esto que yo estoy pensando, tal vez me imaginarás enredada en algún árbol enmarañado de los que sabes que me encantan y me quieras alcanzar tocándome, sacándome del mutismo de estación de radio apagada, volviéndome a traer hacia tu lado, hacia el amor que nos dio el sueño.

Gioconda Belli

Llueve copiosamente sobre mi cara y sólo pienso en tu lejano amor mientras cobijo con todas mis fuerzas, la esperanza.

Gioconda Belli

Mi piel está grabada con tus señales y no hay viento ni agua que pueda lavarlas sin dejar mi nombre borroso, desteñido y sin sonrisa.

Gioconda Belli

El sueño pesa sobre mis hombros y me acerca de nuevo a vos, al huequito de tu brazo, a tu respiración, a una continuación infinita de la batalla de sábanas y almohadas que empezamos y que pone risa y energía a nuestro cansancio.

Gioconda Belli

Estamos solos y sin embargo la soledad no existe. Si juntamos las manos encenderemos el fuego imprescindible para vernos los ojos brillantes del deseo.

Gioconda Belli

Todo cambia y nada permanece. Y no habría belleza, ni danza, ni movimiento si las estaciones no alborotaran los colores y el follaje de los arboles no se desprendiera amarillo en el atardecer.

Gioconda Belli

Amo, compasiva y tristemente, a los complicados hombres de negocios que han convertido su hombría en una sanguinaria máquina de sumar y han dejado los pensamientos más profundos, los sentimientos más nobles por cálculos y métodos de explotación.

Gioconda Belli

Ahuyentemos el tiempo, amor, que ya no exista; esos minutos largos que desfilan pesados cuando no estás conmigo y estás en todas partes sin estar pero estando.

Gioconda Belli

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